
¿Qué es el y como nos ayuda “pensamiento positivo”?
Podríamos definirlo como el acto de pensar, sentir y enfocar la vida de un modo optimista y positivo, alejando cualquier pensamiento de penuria o pesimismo. La forma de utilizar nuestra mente provoca el cómo enfocamos nuestra vida, atraerá y afectará de forma positiva o negativa nuestros sentimientos, emociones o acciones, así como a las sensaciones y estado del cuerpo y forma de actuar. Esto produce un efecto imán.
A nivel energético, las vibraciones se atraen con la misma frecuencia, si pensamos que nos pasarán desgracias, estaremos atrayendo las cosas malas, si por el contrario cambiamos nuestra manera de ver las cosas, a la vez modificamos nuestra vibración energética y acercaremos a nuestra vida la felicidad, la calma y la prosperidad. Cada día, aunque no lo hagamos conscientemente, nos programamos según los pensamientos que tengamos, y estamos creando constantemente nuestra propia realidad, con lo que así se producen las cosas que nos pasan, situaciones que vivimos, etc. Todas estas interpretaciones que hacemos de nuestra realidad o ficticias que nos creamos, son la base de nuestro mapa mental. Al verbalizar los pensamientos que tenemos, utilizamos el lenguaje que ya ha creado connotaciones en nuestro cerebro y asociado a ciertos programas.
Si nuestro lenguaje es negativo, modificamos nuestra programación a situaciones negativas y lo peor, nos acostumbraremos a ellos y viviremos, sentiremos y estaremos asociando todo lo que nos pase conforme a ellos. Cuando interpretamos y hablamos de cualquier cosa que nos sucede de forma negativa, se está produciendo a la vez unas sincronías conforme a ello en nuestro sistema neurológico y esto va estructurando nuestra forma de ser y modificando nuestras actitudes tanto a corto como a largo plazo. Estamos utilizando la plasticidad neuronal o capacidad de las neuronas para modificar sus estructuras de pensamiento y adaptación de manera pesimista. Cuantas más veces repitamos las palabras negativas, los programas se instalarán con mayor rapidez en nuestra mente, y las consecuencias serán peores y más difíciles de modificar. No se preocupe…todo tiene solución, incluso años de negros pensamientos se pueden modificar con cierta rapidez.
Piense por un momento en este sencillo ejemplo: imagine que ha salido a la calle y comienza a hacer frío, no se acordó de coger la chaqueta, cada vez hace más frío. Si en ese momento comienza a decirse que frío tengo, que frio tengo, cada vez tendrá más frio. Si cambia su pensamiento y dice, que calor hace o no tengo frio o que calor tengo…literalmente no se sentirá tan aterido. ¿Qué ha pasado? Que nuestra mente tiene una fuerte asociación con la palabra “calor”, y con la palabra “frio”, y manda al cuerpo las señales de cada una de las sensaciones con las que están identificadas: basta el cambio de ese pensamiento, para que cambie la percepción de lo que sentimos. Evidentemente, no podemos cambiar la temperatura exterior, pero sí podemos modificar como afrontamos la situación.
De la misma manera, a la hora de enfrentarnos a dolores o malestares o simplemente cosas que no nos gustan, lo podemos intensificar o lo podemos disminuir con el uso adecuado del lenguaje. Aquí si podemos cambiar literalmente la situación, ya que es algo de nuestro organismo, y a través del lenguaje, podemos eliminar, o al menos paliar muchas cosas. El uso constante de palabras o lenguaje general con asociaciones negativas o pesimistas agravará sin duda el problema de que se trate, y hará que nos sintamos peor, o al menos no ayudará en nada a nuestra mejora. A través de variadas herramientas como la PNL, (Programación Neurolingüística), por ejemplo, aprenderemos como podemos utilizar el lenguaje de una manera más positiva, para alejar el dolor, la enfermedad y cualquier malestar, así como para enfocar la vida de forma más positiva, optimista y alegre. La PNL, se ha demostrado como una de las técnicas más eficaces para la modificación de patrones de pensamiento y conductuales. Modificando nuestras estructuras de pensamiento, seremos capaces de provocar rapidísimas mejoras en nuestra mente, comportamiento y forma de vida. Realmente la mejora es espectacular a todos los niveles.
PIENSE EN POSITIVO Y VIVIRÁ EN POSITIVO
La mente es un poderosísimo instrumento de diseño de nuestra vida, que se dirige y se ve influenciada por el lenguaje, ya que este está intrínsicamente grabado en ella. Esto es debido a que tiene integrados e identificados diferentes vocabularios con ciertos estados de ánimo, y nuestro cuerpo simplemente responde a ello como si lo estuviéramos viviendo, tal es el nivel de sincronía con el lenguaje.
Por ejemplo, en el caso de la salud, es bastante común que nos centremos en el dolor cuando algo nos duele, con lo que solo estamos consiguiendo sentir más dolor. Si cambiamos nuestro patrón de pensamiento y desviamos nuestra atención del dolor, o lo vivimos dejándolo fluir sin darle importancia, dejaremos de alimentarlo, con lo que, si no lo eliminamos, al menos lo disminuiremos o no lo aumentaremos.
El reto de todo esto, consiste en tomarse un tiempo para identificar todas las frases y todos los pensamientos negativos o desmotivantes que suelen rondar por nuestro cerebro, a veces a traición literalmente, y que no nos ayudan en nada, para poco a poco irlas modificando a nuevos patrones más positivos y sustituyéndolas por otros que nos alienten, animen y nos proporcionen seguridad y felicidad.
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