Al tratar personas o animales aplicando algunas formas de terapias energéticas. podemos hacerlo tanto en su sistema etéreo como en el nuestro propio y través de nuestra conexión sanarles a ellos. Esto es posible gracias a la sincronización estructural y energética que se da entre las auras de todos los seres vivos. De esta manera, conseguimos aplicar en la práctica todos los conceptos etéreos tanto para el diagnóstico como para la terapias integrales. Desde el punto de vista holístico, la enfermedad es la manifestación tangible o intangible de un desequilibrio energético manifestado en forma de diferentes síntomas que pueden tanto físicos como mentales o espirituales.
La principal fortaleza de la medicina integrativa, no solo consiste en la eficacia y excelentes resultados de sus métodos, sino en su comprensión profunda de los procesos desequilibrados del organismo que dan lugar a los síntomas y a la enfermedad. Esta visión integra tanto las dimensiones energéticas como la interacción entre cuerpo, mente y espíritu, las cuales tradicionalmente no se han tenido en cuenta por la medicina convencional. Desde este punto de vista, la manifestación de la enfermedad solo son los síntomas que deseamos eliminar, es decir, las señales o la punta del iceberg de uno o varios procesos internos defectuosos que intentan restablecer su equilibrio y recuperar la salud. Desde esta perspectiva, el dolor es una alerta que nos indica que debemos restaurar el correcto funcionamiento de ciertos elementos fisiológicos y la causa de su desequilibrio, mientras no los forzamos hasta que se reestablezcan. La medicina holística nos ofrece muchos más beneficios. puesto que se dirige a la raiz del problema, con muchos menos efectos secundarios y menos invasivos que la medicina convencional occidental, lo cual se traduce en la salud integral y de respeto al individuo.
EL PODER DE LA INTENCIÓN EN LA SANACIÓN ENERGÉTICA. ENFOCANDO EL QI.
En el proceso de la sanación es esencial la intención dirigida del terapeuta. Esto puede significar la gran diferencia entre los diferentes resultados incluso empleando la misma terapia. He comprobado en multitud de casos efectos terapeúticos increibles con la intención bien enfocada. Desde el punto de vista energético los efectos dependen en buena medida de la capacidad de enviar esa intención por parte del terapeuta, y muchas veces los instrumentos materiales empleados , como agujas en acupuntura, ect, funcionan más como vehículos o medios de concentración energética y mental que como agentes terapéuticos en sí mismos. Es posible incluso prescindir del objeto físico, visualizando mentalmente su acción y obtener resultados clínicamente significativos. Como ejemplo podemos recordar que una forma bastante utilizada de esto es el Reiki a distancia, el cual ofrece resultados realmente espectaculares sin tener al paciente delante nuestro.
EL TRATAMIENTO Y DIAGNÓSTICO ETEREO.
La Terapia y diagnóstico etéreo, están basados en la comunicación energética con el ser humano o animal que queremos sanar. Podemos emplear para el diagnóstico, la visualización del aura, diagnóstico por pulso, radiestesia y adivinación médica, por ejemplo. Una de las maneras que usamos los Reikistas experimentados es la técnica del RADAR, la cual consiste en pasar las manos a cierta distancia del cuerpo del paciente contactando con las capas más externas del aura y «SENTIR O PERCIBIR» los desequilibrios y las enfermedades . A través de este método se pueden identificar las patologías y deficiencias energéticas actuales, las que se han tenido anteriormente estén o no curadas y todo lo que se pueden generar en un futuro si no se reequilibra el organismo.
Para realizar un tratamiento etéreo es necesario que el terapeuta que lo vaya a realizar esté en equilibrio energético y que no sea la causa del desequilibrio del ser a tratar. Esto que suena extraño se da muy habitualmente en relaciones como padres hijos, parejas y en animales muy unidos a sus compañeros humanos. En estas relaciones no es infrecuente que el animal o el hijo esté demostrando la enfermedad del otro. Puede ser habitual en las sesiones de Reiki a animales, por ejemplo, tener que tratar también a su familia humana para curarles a ellos. El tratamiento etéreo, consiste en que el terapeuta debe fortalecer los procesos enfermos del paciente en si mismo, y luego entrar en contacto consciente con el, transmitiendo la energía o fuerzas curativas y reorganizando su equilibrio energético, con lo que se produce la sanación. Durante este proceso se puede llegar a tener sensación de agotamiento en el terapeuta, que desaparece después de la sesión. Si la curación ha sido muy potente puede durar el cansancio hasta el dia siguiente o incluso varios días. Lo se por propia experiencia.
Nunca debemos infravalorar el enorme poder del amor, del deseo y la intención dirigida en el proceso de curación. Es fundamental la visualización y que el terapeuta active y proyecte con convicción la intención de sanar a sus pacientes, enfocando y viendo el éxito del tratamiento. La efectividad y eficacia de la curación no solo depende del remedio en sí, sino de la propia intención y del poder con la que el terapeuta lo prescribe o administra. Despues de muchos años, se llega a la conclusión de que incluso sin los remedios, agujas u otros medios, la sola intención enfocada es capaz de sanar, y de ser tanto o más eficaz que cualquier tratamiento físico aplicado.
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AVÂTARA. PÁGINA DE AUTORA.
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